domingo, 21 de agosto de 2016

Me despido

Haber crecido con tantos hermanos me ha hecho feliz la vida. Las peleas, diferencias y pequeña distancia no cambia mi amor... siempre hemos sido 5 para todo, mis papás criaron un equipo y somos campeones por naturaleza. 

Mientras fuimos creciendo la familia fue aumentando para darnos más alegría. Gracias a la situación país, solo puedo sentir nostalgia por separar a mi equipo, por alejarme de los que más quiero, aunque prefiera despedirlos por ahora, que para siempre. 

Me encanta ver crecer a mis sobrinos en un país que les ofrece un futuro brillante y les da oportunidades, sabiendo que esta tía pronto los acompañará en sus logros.

A veces sobrevaloramos las despedidas. Acaso decirle Adiós a quienes amamos los hará sentir menos idos, menos muertos o menos lejanos? 

Después de más de un año y despedidas mixtas, decir Adiós en el aeropuerto se ha vuelto una rutina para mí, para muchos. He dejado ir a todos mis hermanos, algunas amigas, amigos... 

Debería ser felicidad plena porque es una nueva aventura para ellos, sabiendo que con sus aptitudes tienen todo ganado de antemano. Eso me hace pensar en todo lo que dejaremos atrás porque lo que se va por esas puertas no es cualquier persona y me cuesta desprenderme sin saber cuando volveré a verlos. 

Ese mini vacío al verlos entrar por la repetida puerta con una maleta en una mano y en la otra un adiós sin ganas. De este lado, solo me quedan ambas manos ondeando un "nos vemos pronto, ánimo".

Sólo cuando ya no hay vuelta atrás mis lágrimas buscan salida, buscan consuelo a ese adiós forzado y me hacen pensar lo que alguna vez maiquetía significó para mí, un lugar de Bienvenidas. Hoy solo es el lugar dónde me ha tocado despedir a los que amo, deseándoles un éxito incalculable.

Hace días, mi último hermano en el país me dijo sollozando que no sabía si era valiente o un cobarde por irse y dejar todo... nadie puede llamarse cobarde por perseguir un sueño, nadie. Tomar la decisión de irse es más grande que uno mismo por los que dejas y por la ansiedad de lo nuevo. 

Mi corazón y sentimientos son más internacionales que nunca por ser más los idos que los presentes. Aunque parezca irrelevante, somos responsables de mantenernos cercanos hasta el último suspiro, ese será el mejor legado de la quinta.

Leonor Herrera 
Amores varios

Punto final

A veces necesitamos abrir nuestra mente, buscar lo que no nos hace feliz para dejarlo ir y encontrarnos libremente con nuestro Yo interno. 

Muchas veces terminar una relación y estar "soltera" puede parecer que se está por entrar a la casa del horror, pero cuando dejas a un lado el dolor, los arrepentimientos, las culpas, allí te das cuenta de que lo único que viene es vida, que el reloj sigue y ningún dolor o el amor la detendrá.

A veces me preguntaba qué había hecho mal, qué dije o dejé de decir, qué hice o dejé de hacer... Ya no importan esas preguntas o las respuestas ¡hoy puedo hacerme nuevas!

¿Qué puede ser mejor que volver a comenzar, volver a equivocarnos o vivir nuevas experiencias llevando a cuestas el equipaje de lo aprendido en los fracasos?

Aunque ¿realmente es un fracaso? Hace días leí que no era un fracaso terminar una relación, sino seguir en ella aunque no funcione, por lo que entendí que esas respuestas que un día busqué no llegaron porque no me ayudarían a ser mejor persona, ni arreglarían lo que siempre estuvo roto. 

Todos llevamos el dolor de manera distinta, unos sustituyen, otros se reprimen, otros olvidan rápido, yo lloré, mucho, saqué mi dolor para empezar sin nada. Después de tanto tiempo me siento plena y con ganas de volver a equivocarme, aprender, llorar y volver a empezar. 
El mundo es tan pequeño y la vida es tan efímera, que las oportunidades están allí a la vuelta de la esquina y las voy a aprovechar todas, sola, acompañada... pero nunca dejando de vivir. 

Hoy sé que terminar algo, sea lo que sea, nunca es un fracaso, empezar de nuevo es un reto y los retos están para ser mejores. 

Sobreviví un amor de esos que causan hipoxia y un desamor desolador, sabiendo que mi corazón siempre recordará lo feliz que fue a su lado y que mi ser le estará eternamente agradecida por lo enseñado, pero sobre todo con una disculpa por no haberte dejado ir antes.

Leonor Herrera 

lunes, 20 de abril de 2015

Sr. Lorenzo Mendoza

Me uniré a las cartas abiertas que provocó su opinión acerca de los que intentamos irnos o de los que se han ido. Lo haré porque sé y he vivido durante varios años con la tristeza de no tener mi familia completa en Venezuela.

Aunque admire muchísimo su liderazgo y manera de trabajar por Venezuela, considero que sus problemas no son iguales a los del venezolano común, quitándole el derecho a hacer un comentario tan duro con respecto a esos venezolanos que "cambiaron unos problemas por otros" o que los queremos cambiar.

Me encantaría poder pensar como usted si no me tocara tener miedo cuando salgo a la calle o si tuviese oportunidad de ejercer mi carrera eligiendo lo que quiero hacer entre muchas opciones, no con limitaciones. Igualmente me encantaría conseguir harina pan o sus productos de la Bodega Pomar en cualquier tienda en el país.

También me gustaría vivir este país como lo hicieron mis padres. ¿No cree que es injusto viajar y sentirse seguro en cualquier otro país menos en el nuestro?  Yo quiero salir a la calle sin miedo en Venezuela.

Sr. Mendoza ¿Cómo me haría su discurso reconsiderar mi decisión de irme si este país nos está robando vidas, oportunidades, libertades y los valores a muchos otros venezolanos?

Yo creo en Venezuela, pero también creo en mí y en lo que puedo hacer para cambiar el mundo, no quiero que un asesino me arrebate los sueños mí o a algún otro venezolano. Es una decisión difícil, pero es una decisión personal, que se toma con dolor, miedo e impotencia.

Cada quien es libre de tomar decisiones que los harán crecer profesionalmente y que quizás salvarán su vida. Alejarse de sus padres, hermanos, pareja y hasta de sus amigos no es fácil, pero es la única que nos queda a muchos después de que la mayoría decidera tener un líder que no cree en todos los venezolanos por igual.

Gracias por luchar y acompañarnos en nuestro país, pero no nos haga sentir "sin corazón" por querer salir del lugar que nos está quitando las oportunidades.

Además, no nos condene porque por esas decisiones tengo que esperar años para ver a mi hermana nuevamente y no podré celebrar mi título universitario con  ella, al igual que se pierde a sus sobrinos, a sus papás y abuelas.

Sepa que entiendo su punto de vista y lo respeto, más no lo comparto, igual que usted no comparte el nuestro.

Saludos,

Leonor Herrera, una recién graduada que busca opciones.

jueves, 26 de marzo de 2015

Amores heridos

Hace meses pensé que todo iba bien, que mi vida iba por el camino correcto porque estaba iniciando el final de mi carrera universitaria. Según mi yo interno estaba con la persona que me hacía feliz y sentir bella. Tenía en mente mis planes a corto y largo plazo; como mujer y profesional; pero también sola y en pareja.

Pero no todo lo que se quiere se puede tener, no todo lo que tenemos lo queremos y por supuesto que hay una fuerza mayor que tiene planes incógnitos, que los va arrojando a su tiempo, bien administrados.


Jamás había pensado que sería capaz de perdonar tantas veces a una pareja, no después de haber crecido con dos hermanos que me decían que los hombres hacen lo que quieren con las mujeres y otra cantidad de cosas irrelevantes a esta altura; pero sobre todo por tener un papá, que siendo mi mejor amigo, me ha dicho las cosas de las que son capaces los hombres por obtener lo que desean.


Vi a mis hermanas y amigas llorar por el fin de sus relaciones, incluso las vi perdonarlos. Todo se volvía a un círculo vicioso. Pero sinceramente creí que jamás me pasaría a mí, porque como dice mi papá soy una excelente analista de los problemas de los demás, menos de los míos, y ahora lo acepto.


No voy a hablar mal de mi ex novio porque nadie es perfecto, las relaciones son de dos personas y jamás será culpa de uno solo el hecho de que dejen de funcionar como pareja, o que el amor se acabe. Pero sí quiero expresarme con el corazón herido, desahogarme, porque quizás alguien estará allí pensando lo mismo.


No existe la mujer perfecta para los hombres, según mi punto de vista. Porque esa mujer tendría que ser hombre también, por supuesto no podría menstruar, porque somos "hormonales", debería sentir más amor por los deportes, alcohol o ambos, que por cualquier cosa en el mundo, hacerse más bellas sin utilizar más tiempo del que tarda un hombre en ducharse, vestirse y prender el carro.


También debería tener sólo dos pares de zapato (y exagero), una cartera o dos, para que no te tome mucho tiempo decidir cual usar (tamaño billetera sí es posible). Asimismo dejar que el cabello esté al natural porque es una pérdida de tiempo secárselo, planchárselo o hacerse algún tratamiento cuando es tan sencillo lavarlo y dejarlo secar solo, cómo los hombres.


Arreglarse las uñas debería estar prohibido, tardan demasiado en secar y al final siempre nos fastidiamos del color que nos pusimos, se pelan y vuelve el proceso desde el principio.


Ahora en serio: ¿existe esa mujer? O mejor dicho ¿existe el hombre que ame todo el esfuerzo que hacemos las mujeres por vernos y sentirnos bellas por nosotras y para ellos, o es que acaso solo ven el tiempo que tardamos?


Aún no he escuchado a la primera mujer decir que su pareja siempre se da cuenta de los zapatos nuevos que compró, del corte de cabello o de la nueva forma en la que se sacó las cejas. Sólo sé que algunas se resignan y otras los excusamos.


Ahora bien.. ¿existe el príncipe azul? Yo no creo, porque entonces sería tu mejor amiga. Les explico, en mi mente fantasiosa, el príncipe azul es ese que se da cuenta de nuestro nuevo corte de cabello. Que al despertarnos y no tener una gota de maquillaje; ame nuestras ojeras. Ese que está dispuesto a comer en la cama porque nosotras lo disfrutamos, aunque a él no le guste tanto. Alguien que disfrute de una reunión de amigas o familia integrándose con ánimo y comentarios acordes a la ocasión, sin ser intenso o forzado.

Un ser que al igual que nosotras nos arreglamos para ellos, se arregle para nosotras y nos haga sentir la más bella del lugar siempre, aunque estemos en nuestros peores días del mes.


Un hombre que jamás, jamás humilla a su compañera en privado y mucho menos en público con la excusa de tener un "humor negro e incomprensible". Pero sobre todo, como leí hace días, tiene que ser un cómplice y un valiente.


Un hombre de palabra, que está en las buenas, en las malas y en las peores; animándonos si es necesario y riendo con nosotras. Un hombre que sepa qué quiere y que luche hasta el final por ello.


Que no nos cree historias fantasiosas para llegar a nuestra cama o nos diga sollozando que no ve su vida sin nosotras, que somos la indicada y nos haga creer que él está dispuesto a todo por nosotras; pero dos meses después... dos meses después no haya nada.


Sobre todo alguien que no huya, que no tome pausas de nosotras y que ame intensamente nuestra locura, hormonas y cuerpo. Alguien que busque soluciones con nosotras y no se encierre en un mundo paralelo, un hombre que no nos haga dudar sino todo lo contrario: creer, confiar y amar.


Un príncipe jamás faltaría el respeto de su amada con mensajes a otras mujeres o salidas a escondidas. Tampoco le mentiría para "evitar un problema" y rompería su confianza. Muchísimo menos la dejaría sola cuando te ha aceptado con tus defectos y virtudes, en tus enfermedades y tus días hormonales. Porque sí, tengo plena seguridad en que los hombres también también son hormonales.


Ese príncipe nunca te diría que no te conoce después de 4 años de relación o que tomaron caminos diferentes y por eso no dan para más.


El hombre perfecto, como les dije antes... no existe para mí y por eso aseguro que es mi mente fantasiosa la que se imagina su príncipe azul, al final nada cuesta creer.

Leonor Herrera
Amores Varios

Bienvenidos a Amores Varios

Bienvenidos a mi primer blog "Amores Varios". 

Escribiré lo que mi cabeza necesite decir, les mostraré fotografías y otras cosas que tanto me gustan. 

Soy una enamorada de la vida, aunque no siempre vaya todo bien, al final será un aprendizaje y eso jamás sobra.


Espero lo disfruten.