Hace meses pensé que todo iba bien, que mi vida iba por el camino correcto porque estaba iniciando el final de mi carrera universitaria. Según mi yo interno estaba con la persona que me hacía feliz y sentir bella. Tenía en mente mis planes a corto y largo plazo; como mujer y profesional; pero también sola y en pareja.
Pero no todo lo que se quiere se puede tener, no todo lo que tenemos lo queremos y por supuesto que hay una fuerza mayor que tiene planes incógnitos, que los va arrojando a su tiempo, bien administrados.
Jamás había pensado que sería capaz de perdonar tantas veces a una pareja, no después de haber crecido con dos hermanos que me decían que los hombres hacen lo que quieren con las mujeres y otra cantidad de cosas irrelevantes a esta altura; pero sobre todo por tener un papá, que siendo mi mejor amigo, me ha dicho las cosas de las que son capaces los hombres por obtener lo que desean.
Vi a mis hermanas y amigas llorar por el fin de sus relaciones, incluso las vi perdonarlos. Todo se volvía a un círculo vicioso. Pero sinceramente creí que jamás me pasaría a mí, porque como dice mi papá soy una excelente analista de los problemas de los demás, menos de los míos, y ahora lo acepto.
No voy a hablar mal de mi ex novio porque nadie es perfecto, las relaciones son de dos personas y jamás será culpa de uno solo el hecho de que dejen de funcionar como pareja, o que el amor se acabe. Pero sí quiero expresarme con el corazón herido, desahogarme, porque quizás alguien estará allí pensando lo mismo.
No existe la mujer perfecta para los hombres, según mi punto de vista. Porque esa mujer tendría que ser hombre también, por supuesto no podría menstruar, porque somos "hormonales", debería sentir más amor por los deportes, alcohol o ambos, que por cualquier cosa en el mundo, hacerse más bellas sin utilizar más tiempo del que tarda un hombre en ducharse, vestirse y prender el carro.
También debería tener sólo dos pares de zapato (y exagero), una cartera o dos, para que no te tome mucho tiempo decidir cual usar (tamaño billetera sí es posible). Asimismo dejar que el cabello esté al natural porque es una pérdida de tiempo secárselo, planchárselo o hacerse algún tratamiento cuando es tan sencillo lavarlo y dejarlo secar solo, cómo los hombres.
Arreglarse las uñas debería estar prohibido, tardan demasiado en secar y al final siempre nos fastidiamos del color que nos pusimos, se pelan y vuelve el proceso desde el principio.
Ahora en serio: ¿existe esa mujer? O mejor dicho ¿existe el hombre que ame todo el esfuerzo que hacemos las mujeres por vernos y sentirnos bellas por nosotras y para ellos, o es que acaso solo ven el tiempo que tardamos?
Aún no he escuchado a la primera mujer decir que su pareja siempre se da cuenta de los zapatos nuevos que compró, del corte de cabello o de la nueva forma en la que se sacó las cejas. Sólo sé que algunas se resignan y otras los excusamos.
Ahora bien.. ¿existe el príncipe azul? Yo no creo, porque entonces sería tu mejor amiga. Les explico, en mi mente fantasiosa, el príncipe azul es ese que se da cuenta de nuestro nuevo corte de cabello. Que al despertarnos y no tener una gota de maquillaje; ame nuestras ojeras. Ese que está dispuesto a comer en la cama porque nosotras lo disfrutamos, aunque a él no le guste tanto. Alguien que disfrute de una reunión de amigas o familia integrándose con ánimo y comentarios acordes a la ocasión, sin ser intenso o forzado.
Un ser que al igual que nosotras nos arreglamos para ellos, se arregle para nosotras y nos haga sentir la más bella del lugar siempre, aunque estemos en nuestros peores días del mes.
Un hombre que jamás, jamás humilla a su compañera en privado y mucho menos en público con la excusa de tener un "humor negro e incomprensible". Pero sobre todo, como leí hace días, tiene que ser un cómplice y un valiente.
Un hombre de palabra, que está en las buenas, en las malas y en las peores; animándonos si es necesario y riendo con nosotras. Un hombre que sepa qué quiere y que luche hasta el final por ello.
Que no nos cree historias fantasiosas para llegar a nuestra cama o nos diga sollozando que no ve su vida sin nosotras, que somos la indicada y nos haga creer que él está dispuesto a todo por nosotras; pero dos meses después... dos meses después no haya nada.
Sobre todo alguien que no huya, que no tome pausas de nosotras y que ame intensamente nuestra locura, hormonas y cuerpo. Alguien que busque soluciones con nosotras y no se encierre en un mundo paralelo, un hombre que no nos haga dudar sino todo lo contrario: creer, confiar y amar.
Un príncipe jamás faltaría el respeto de su amada con mensajes a otras mujeres o salidas a escondidas. Tampoco le mentiría para "evitar un problema" y rompería su confianza. Muchísimo menos la dejaría sola cuando te ha aceptado con tus defectos y virtudes, en tus enfermedades y tus días hormonales. Porque sí, tengo plena seguridad en que los hombres también también son hormonales.
Ese príncipe nunca te diría que no te conoce después de 4 años de relación o que tomaron caminos diferentes y por eso no dan para más.
El hombre perfecto, como les dije antes... no existe para mí y por eso aseguro que es mi mente fantasiosa la que se imagina su príncipe azul, al final nada cuesta creer.
Leonor Herrera
Amores Varios
La mujer está hecha de múltiples energías sutiles, que la hacen intuitiva, madre, compasiva; la devoción de una mujer solo se experimenta en el corazón. El hombre que descubre esa sutileza comienza a elevar su espíritu a su máxima trascendencia.
ResponderEliminarYo creo que todas tenemos un principe Azul...y si existe!! Todo esta en vivir y no desesperarnos...en mis 30 y dele añitos he conocido muchos principe...lamentandolo mucho no ha funcionado por diferentes razones...yo sigo en mi busqueda...sin prisa...todo llega!
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